Pero lo sucedido hasta el momento ya de nada sirve: "Todo queda atrás, no sirven los resultados que hemos conseguido, y ahora empiezan los puntos. Estamos mentalizados en la importancia del primer partido para coger confianza, luego llegarán dos partidos en casa donde todo debe ir de cara".
Sin mirar más allá, hay un objetivo claro para el partido del sábado: "El equipo debe demostrar en qué nivel está a día de hoy. Hemos bajado el tiempo dedicado al aspecto físico, y ahora estamos intentando buscar frescura para llegar en las mejores condiciones a San Fernando".
Conscientes del empuje social de los aficionados, Perico quiere que el primer partido sea un empujón más a la buena comunión con la grada: "Cara a la afición es un partido importante porque la rivalidad sana siempre existe. Más allá de eso, tenemos que estar sólo pendientes del partido para mentalizarnos en lo deportivo".