No se olvida en el vestuario que el partido es la llave del playoff: "Es el último escalón para entrar en el playoff. Hay que salir a por todas. No nos podemos relajar desde el primer minuto. Tenemos que meter cuanto antes para que el encuentro sea llevadero". Y ni mucho menos se fían del rival: "El Cacereño no se juega nada, pero todo el mundo quiere siempre ganar. Será un partido disputado y complicado. Si salimos relajados nos van a complicar. Ahora más que nunca hay que ser equipo para conseguir los tres puntos, no pensamos en el empate".
Garrido reconoce que la clave de la resurreción cadista estuvo en el partido ante la Balompédica Linense: "Después de ganar fuera el primer partido nos dimos cuenta que podíamos ser competitivos fuera. Eso nos hizo fuertes. Ahora salimos con otra mentalidad, porque sabemos que podemos sacar puntos". Al vasco le gustaría, en caso de jugarse playoff, visitar su tierra: "Me gustaría el Sestao. Vengo del Barakaldo y es el derbi de allí".