Aunque se vive en el entorno con optimismo pensando en el playoff, el entrenador desvela la incógnita de cómo se vive dentro: "La euforia en el vestuario es cero. Estamos concentrados y hemos trabajado con mucha energía. El equipo va a encarar el partido al máximo, en ese aspecto todos deben estar tranquilos. Tienen hambre de victoria". Y el objetivo no es sólo jugar el playoff: "Ser campeones de estas ocho jornadas nos indica que podían haber sido campeones en la liga regular. Tanto los que juegan como los que esperan ayudan al equipo. Todos se sienten importantes y partícipes, y ese es el secreto".
Entiende el técnico cadista que el empuje de los aficionados está siendo la clave, y más con los 19 autobuses anunciados: "Estamos en un buen momento de corriente positiva. No olvidamos lo fundamental del ambiente de la afición. Todos unidos nos hará tener al equipo concentrado. La comunión entre equipo y la grada es increíble. Hay que agradecer a los aficionados y al club por el esfuerzo que están haciendo. Medina y Vizcaíno están haciendo posible este sueño". "