El 9 de mayo de 2013 no fue un día más en la historia del Cádiz. Fue un día muy negro por el fallecimiento de Ramón Blanco. Tras varios días ingresado en el hospital por un derrame cerebral, una de las personas más queridas por la afición amarilla dijo adiós para siempre, aunque su recuerdo no se marchará.
Hace un año el Cádiz luchaba por mantenerse en Segunda B, un objetivo que finalmente logró. Blanco cogió las riendas del equipo durante varias jornadas, pero tuvo que dejar el cargo poco después. Ahora, el cadismo vuelve a llorar su pérdida e intentará ofrecerle el mejor recuerdo posible este domingo en Cáceres: sellar el pase al play-off y luego luchar por el ascenso a Segunda.