José Grima III Cádiz Habrá quien considere que el Cádiz se ha dejado en Carranza su gran cartucho para eliminar a L'Hospitalet. Otros pensarán que el 0-0 no es tan malo, ya que a los amarillos les valdrán dos resultados en tierras catalanas para pasar: la victoria y el empate a goles. Pero lo mejor es que sigue vivo a pesar de no ser ese Cádiz espectacular como local, ante un rival que no es un cualquiera y mucho menos una comparsa.
También muchos aficionados del Cádiz hubieran firmado este 0-0 en el minuto 80, porque su equipo no daba pie con bola. Si acaso la seguridad defensiva y el buen hacer de un reconvertido Kike López en el lateral izquierdo valió a los de Calderón para no pasar demasiados apuros. Muy importante también en una eliminatoria a doble partido. Ahí están las estadísticas para corroborarlo.
Árbitro
Ortiz Arias. Amonestó a Ariday (2'), Peque (22'), Tena (28'), Luque (58') y Garrido (68').
Formaciones
Cádiz CF: Aragoneses; Ceballos, Fran Pérez, Tena, Josete (Kike López, 47'); Juan Villar (Perico, 62'), Garrido (Martins, 69'), Luque, Migue García; Dioni y Airam. CE L'Hospitalet: Craviotto; Hammouch, Valentín, M. Viale (Manel, 88'), Moyano, L. Viale, Peque (Iván Salvador, 65'), Pol, D. Haro, Ariday (Pirulo, 81') y Provencio.
Incidencias
Ramón de Carranza. 13.000 espectadores.
Salió un Cádiz diferente al de las últimas semanas, una versión más tímida y menos mordiente. Puede que el cambio de cromos de Dioni por Villar no fuese lo más oportuno, porque ni uno ni otro se encontró cómodo sobre el campo. El onubense pasó desapercibido en la mediapunta y Dioni apenas pisó área. Tampoco lo hizo Airam y eso sí que lo nota el Cádiz.
También influyó el rival, un L'Hospitalet al que nadie le ha regalado el pase al play-off, muy bien puesto sobre el césped y con las ideas muy claras. Y eléctrico en las contras. Ariday y David Haro metieron más de un susto a Aragoneses, que fue el jugador cadista con más trabajo. El juego local se hizo muy lento y sin huecos este Cádiz no es nadie. O casi nadie.
L'Hospitalet apenas sufrió en la primera parte, consciente de haber hecho un buen trabajo. Y eso que la grada apretaba con una simple falta a favor a 40 metros del área. Poco ruido amarillo en ataque, aunque con la tranquilidad de salvaguardar bien su portería, otro punto decisivo en una eliminatoria de este calibre.
Tras la reanudación el Cádiz no cambió el chip, aunque la entrada de Kike López y luego de Perico sí dio más proyección arriba. L'Hospitalet comenzó a quedarse sin balas y el equipo de Calderón se dio cuenta. Airam empezó a aparecer con más frecuencia y en una intervención reclamó manos dentro del área visitante. Ortiz Arias, espectacular en todo el partido, no lo vio así. La duda queda.
Y el partido se fue apagando, con el Cádiz más envalentonado, pero sin la mordiente de otras veces. Sin ese último pase que ante rivales menores se encontraban con más facilidad. L'Hospitalet no es ni será una perita en dulce. El Cádiz ya lo sabe y si quiere seguir soñando, tendrá que sacar todo su arsenal en la Feixa Llarga. El ascenso no lo regalan. Y al Cádiz, menos.
