Al final el Cádiz no tendrá problemas para jugar la próxima temporada en Segunda B. Y es que la entidad amarilla ha apurado hasta el último día, pero al final ha pagado los más de 100.000 euros que se le adeudaba a la plantilla y que ya en AFE estaban denunciadas.
A partir de ahora, el Cádiz, con Manuel Vizcaíno a la cabeza, y a la espera de la Junta General de Accionistas, podrá confirmar los fichajes para la nueva plantilla y centrarse sólo y exclusivamente en el nuevo proyecto, en el que el gran objetivo es quedar primero de grupo y lograr después el ascenso a Segunda.