Andrés salva la honra en Melilla

Ocho jornadas después, el UCAM de Murcia ha conseguido meterle al Cádiz una distancia de ocho puntos que es más que preocupante. Los de Calderón siguen sin arrancar. Parece un motor que va a trompicones y no es capaz de asustar con el potencial que se le presuponía. Ser a día de hoy el tercer equipo con menos número de victorias lo dice todo.

El Melilla no hizo más que plantear lo que le quedaba al estar mermado con cuatro ausencias. Aunque entraron bien los amarillos -que vestían de negro-, tres acciones melillenses en cuatro minutos lo cambió todo. El Cádiz cayó en la desidia hasta que una falta lateral botada por Andrés y rematada por Airam, fue salvada por David Sánchez en la misma línea de gol. Un escaso bálsamo que hizo a los cadistas controlar el partido, pero apenas lograr triangulaciones ni peligro sobre el área rival.
El técnico reaccionó metiendo en el campo a Juanma Espinosa y Fran Machado en el descanso por Garrido y Tomás. Dieron claramente otro brío al ataque que intimidaba pero no llegaba a profundizar. Al menos sí se acababan las jugadas cerca de la portería de Jesús. Jona en un mano a mano y en un centro ajustado, llevaron la incertidumbre al área rival. Pero a balón parado se volvió a hacer aguas, con una falta lateral botada por David Sánchez, mal despejada por la zaga, que dejaba solo a Borja para que en el minuto 75 pusiera el 1-0.
Al Cádiz le entraron las prisas. Había dos precedentes: lo sucedido en Murcia y en Marbella. Y los cadistas optaron por la segunda con mucha incertidumbre dentro de los seis minutos de alargue, cuando una contra de Kike Márquez, fue rematada por Airam, la pelota dio en Richi y Andrés -al igual que la pasada temporada-, le marcaba a su ex equipo para salvar un punto.
Empate justo, sí. Pero insuficiente para un Cádiz que ya empieza a conformarse con acercarse a los puestos de playoff, que con pensar en el liderato. Ahora tocará cambiar el chip para la Copa del miércoles ante la Balona, que perdió 5-0 en El Palo.