El Almería B, un filial distinto, al detalle
A priori, el partido más complicado que le queda al Cádiz Club de Fútbol de aquí al final de la liga regular del Grupo IV de la Segunda División B es el que disputará este sábado ante el filial de la Unión Deportiva Almería en el Ramón de Carranza.
La temporada del equipo rojiblanco hasta el momento se puede calificar de excepcional. Ocupa el tercer puesto, es el cuarto máximo goleador del grupo y el segundo menos goleado. Todos estos números le sitúan como el mejor filial de toda la categoría de bronce, superando a otros con más nombre como el Bilbao Athletic, el Real Madrid Castilla, o el Valencia Mestalla.
El artífice de esta gran temporada es Miguel Rivera, entrenador malagueño que cogió las riendas del equipo en enero de 2014. Rivera tiene, desde que comenzó la temporada, un once tipo al que le ha realizado pocos cambios. Habitualmente juega con Gianfranco; Antonio Marín, Míchel Zabaco, Charlie Took, Adri Castellano; Carlos Selfa, José Ángel; Hicham, Antonio Puertas, Iván Sánchez; y Dani Romera, dispuestos en un casi inamovible 4-2-3-1.
El Almería no es un filial al uso, apenas seis hombres de la plantilla son almerienses o han crecido en la provincia más oriental de Andalucía. Estos se mezclan con jugadores incorporados de todo el país e incluso con sudamericanos y varios africanos. Incluso, tiene a ‘veteranos’ para estas lides como Míchel Zabaco, que cuenta con 26 años, aunque es cierto que es un caso aislado y la mayoría de los futbolistas del equipo rondan la veintena.
Toda esta mezcla le está dando resultado al club, que casi cada temporada promociona a hombres al primer equipo con solvencia. Nombres como los de Aleix Vidal, Ramón Azeez, Jonathan Zongo o Edgar Méndez han destacado en el equipo rojiblanco en Primera División después de pasar por el filial.
Como muchos de los equipos de este tipo, la alegría ofensiva es una de las grandes características del juego de los de Rivera. El malagueño gusta de jugar con laterales largos y el mediocentro José Ángel –ex del Betis y Villarreal- también se incorpora bastante al ataque. Para arreglar averías está Carlos Selfa, que suele cubrir las espaldas a sus compañeros más ofensivos.
Mención especial merece el goleador del equipo. Dani Romera se ha destapado esta temporada como un atacante excepcional. De poca envergadura, el de La Cañada basa su juego en la velocidad y el desmarque, pues es todo un ratón del área que ya ha debutado en Primera División con el primer equipo. Trece tantos le contemplan hasta el momento, situándose en la cuarta plaza de la lista de máximos goleadores que sigue encabezando el cadista Jona Mejía.