El Carranza volverá a tener un partido por el ascenso, volverá a vivir una eliminatoria que le puede llevar a Segunda, y todo gracias a que el Cádiz ha vuelto.
Era difícil, iba a ser con sufrimiento, y así fue. La mejor versión del equipo de Claudio Barragán se impuso en los primeros minutos. No habían pasado ni los diez primeros, y ya un centro de Villar y dos posibles penaltis a Fran Machado y a Garrido, habían puesto cerco a la portería de Chema. El segundo con más que razon que el primero, pero sin falta señalada de por medio. A partir del cuarto de hora el Hércules empezó a demostrar que tenía vida. Una contra peligrosa acabó con un tiro de Fernando alto, y un mano a mano de Chechu a la contra la acabó errando ante Aulestia.
Pero la más clara fue la de Juan Villar que a bocajarro hizo a lucirse a Chema para sacarla con la rodilla. Los minutos avanzaban con un Cádiz que dominaba, pero no profundizaba. En el descuento de la primera parte cuando el colegiado señaló penalti de Atienza a Servando, ante la trifulca al colegiado, Jona no falló y desde los once metros puso el 1-0.
Por delante toda una segunda parte con miles de fantasmas merodeando el futuro inmediato. El Hércules salió con un centro de Peña que Fernando remató alto, pero con una reacción amarilla en un tiro de Kike Márquez al que Chema respondió con una sensacional manopla despejando a córner. La polémica no desaparecía. En el minuto 66 Villar marcó y fue anulado por un fuera de juego inexistente. Miñano respondió con un lanzmiento fuera por poco y Rafita puso en apuros a Aulestia que detuvo un fuerte lanzamiento de lateral.
Se entraba en los últimos minutos. El Cádiz parecía temporizar bien, marcar el ritmo del partido y guardar su resultado como oro en paño, pero Carranza enmudeció en una contra de Portillo que acabó con un tiro cruzado que besó el palo y se marchó fuera. Con aún tiempo por delante los jugadores herculanos caían al césped extenuados, a partir de ahí, todo menos fútbol. De los tres de alargue acabaron en más de cinco por diversas tanganas. Navarrete tuvo el segundo, pero Chema volvió a lucirse. Acababa el partido con un Cádiz rendido a su afición que sigue con vida y estará el próximo fin de semana en San Mamés.