Desde luego, en el caso de que el Cádiz Club de Fútbol consiga finalmente el ascenso a Segunda División, este play off de 2015 será recordado como el más duro de la historia reciente no solo del club amarillo, sino también de cualquier otro equipo que ha ascendido.
Primero se vio las caras con un fortísimo Real Oviedo, histórico que tenía que volver sí o sí a Segunda División este año; después le tocó en suerte otro clásico de la división de plata, un Hércules CF que le ha puesto las cosas muy difíciles; y en la eliminatoria definitiva se verá las caras con el filial del Athletic Club de Bilbao.
La de Lezama es, sin duda, una de las factorías de futbolistas más relevantes de España. La propia idiosincrasia del club rojiblanco –sólo jugadores vascos integran el primer equipo- la hace única, pues en pocas hay tantas posibilidades de llegar a la élite como en la suya. El Bilbao Athletic siempre ha sido el último paso en la formación de la mayoría de los jugadores vascos de nivel, que no han sido pocos a lo largo de la historia. No en vano, el filial tuvo épocas de gran esplendor. Entre 1984 y 1996 fue un fijo en la categoría de plata, ahora, veinte años después los katxorros quieren reverdecer laureles a costa del Cádiz.
El filial del Athletic fue el único segundo clasificado que llegó con opciones de ser campeón a la última jornada de la fase regular. De hecho, un gol in extremis del Huesca –obra de David Mainz en el 85’- en el partido que les medía en El Alcoraz les condenó a la vía larga para luchar por el ascenso.
En la fase de ascenso se han deshecho en primer lugar del Villanovense. El 2-1 en tierras extremeñas fue remontado en Bilbao gracias a los goles de Iturraspe y Gorka Santamaría en los minutos 85 y 89 respectivamente. Ante el UCAM, el filial llegó al partido de vuelta en Murcia con un 1-0 a favor, que rápidamente igualaron los universitarios. Pero los jóvenes rojiblancos se han acostumbrado a sufrir, y de nuevo Iturraspe en el minuto 81 hizo el tanto del empate que le sirvió a los chicos del Cuco Ziganda para amarrar el pase.
El Bilbao Athletic ha llegado hasta el final gracias a un grupo de jóvenes con hambre, que se han imbuido del espíritu competitivo que ha acompañado al primer equipo en los últimos tiempos. El principal baluarte del gran año del equipo es su entrenador, Ziganda –ex del Xerez CD entre otros equipos- tiene un gran cartel en Bilbao. El equipo juega bien y bonito, al ataque y todo indica que será quien coja el relevo de Valverde cuando se vaya.
En la portería destaca el internacional Álex Remiro. Está siendo clave con sus paradas y en Murcia supo reponerse de un error que supuso el gol del UCAM. El navarro es uno de los grandes baluartes del filial.
En el centro de la zaga destaca Yeray Álvarez, que tiene un perfil de central clásico. Por su potencia, fuerza y el pelo largo se le compara con todo un emblema del fútbol español como Carles Puyol. Uno de los grandes valores del Bilbao Athletic son sus carrileros, Lekue es de esos laterales que suben a la mínima ocasión, mientras que Sabin Merino es más potente y atesora una mayor calidad.
Si en el Athletic que se metió en la Champions League en la 2013/14 destacó sobremanera un Iturraspe, en este Bilbao Athletic lo hace otro. Gorka, hermano pequeño del internacional Ander, se asemeja mucho a su hermano tanto en el físico como en el juego. Las lesiones le han frenado, pero en el play off se está destapando como talismán del equipo. Faltan por explotar los extremos Jurgi Oteo y Seguín, ambos con mucha calidad y futuro.
Arriba, el equipo echa de menos a Iñaki Williams, que después de un espectacular inicio de campaña pasó a jugar en el primer equipo, disputando muchos minutos. Su sitio lo ocupó Gorka Santamaría, un clásico 9 vasco. También han recuperado a Villalibre, ‘el Aduriz del futuro’, que acaba de terminar la selectividad y podrá seguir ayudando a su equipo. Con solo 17 años, se espera mucho de él.
No sólo por ser seguramente el mejor estadio de España, uno de los baluartes del equipo de Ziganda es el estadio en el que jugarán el partido de ida. San Mamés, estrenado al completo a inicios de la presente temporada, es una maravilla arquitectónica, y allí está jugando el filial sus partidos de play off, ya que la liga habitualmente la juega en Lezama.
Es conocida en toda Europa la pasión que los athleticzales ponen en los partidos de su equipo. Y en este caso también están apoyando a muerte al filial. Se espera que San Mamés luzca casi como si de un partido de Primera División se tratase. En el choque de ida ante el UCAM Murcia fueron 21.500 espectadores, por lo que tratándose de una final y de un rival atractivo como el Cádiz se espera que, de nuevo, los de Claudio Barragán tengan un ambiente abrumador en contra.