La plantilla del Cádiz CF ha almorzado este jueves en las instalaciones de El Rosal. Para celebrar los cumpleaños de los jugadores Garrido y Álvaro y de Alfredo Santaelena, segundo entrenador, han hecho una paella.
El acto ha contado con la presencia del presidente, Manuel Vizcaíno, en un ambiente mucho más distendido que el vivido ayer cuando los jugadores y el dirigente trataron el asunto de la salida de Quique Pina del proyecto y la estabilidad del club.
Este tipo de comidas se suelen hacer con bastante frecuencia y estaba prevista desde hace tiempo, pero ha llegado en un momento especialmente oportuno para hacer ver que la unión es un hecho en el vestuario cadista, que estará centrado a partir de ahora en afrontar los retos deportivos, dejando de lado la complicada situación institucional.