Un gran Salvi guía al Cádiz a una plácida victoria

El Cádiz venció al Melilla en un partido sin historia en el que sólo encontró un oponente durante 40 minutos. Un triunfo que le sirve para seguir en una dinámica positiva y quizá para recortar distancias con la cabeza.

El inicio del partido fue un calco de otras jornadas. El rival impidiendo la salida limpia del balón del Cádiz, que abusaba del pelotazo y que cometía demasiadas pérdidas. El Melilla parecía más decidido y con las ideas claras, pero el primer aviso lo dio Salvi a los seis minutos con un disparo raso tras una buena combinación con Carmona, una de las novedades en el once.
Era por esa banda por donde creaba más peligro el Cádiz en el primer cuarto de hora. El acoso inicial del Melilla iba bajando y ya los de Claudio podían combinar con mayor facilidad, aunque faltaba acierto para ejecutar el último pase. En este caso sí había movilidad y ritmo y ya se le empezaban a ver las costuras al Melilla.
Una buena diagonal de Álvaro García, ya asentado como titular, fue vista por Abel Gómez y el excelente pase del mediocentro concluyó en córner tras un buen disparo del goleador cadista. El balón parado fue rematado finalmente por Migue y el balón se fue alto por poco. A los 18 minutos el partido ya tenía un claro color amarillo.
El Cádiz llegaba con mucha gente y el mejor ejemplo se vio en el minuto 20, cuando un centro de Andrés desde dentro del área fue rematado en dos ocasiones por Carmona, el otro lateral, y fue la defensa la que evitó el gol porque los disparos llevaba mucho peligro. La respuesta vendría por parte de Cubillas, que peinó una falta y obligó a emplearse a Cifuentes.
Cuando parecía que el Cádiz estaba en disposición de asestar un golpe al Melilla, el partido se igualó de nuevo. A los locales les faltaba continuidad por las continuas faltas del conjunto norteafricano y porque faltaba ese toque de calidad para marcar la diferencia. Claudio apostaba de nuevo por Jandro, que salía del ostracismo, y que a la postre sería muy importante.
El partido se rompía por momentos y eso le daba cierta ventaja al Cádiz aprovechando la velocidad de sus alas. Álvaro García y sobre todo Salvi se dejaban notar en las contras que llegaban después de las recuperaciones. El sanluqueño disparó alto en el minuto 37 en una de las mejores ocasiones del Cádiz del primer periodo. Andrés Sánchez se sumó a las subidas y disparó con peligro al filo del descanso. En este caso los laterales ayudaron mucho en la faceta ofensiva, aunque el gol llegó a través de Jandro, que aprovechó un buen centro de Salvi para rematar raso y hacer el primero antes de irse al vestuario.
Las sensaciones fueron buenas por lo ofrecido en el primer periodo y mejor que fueron en el inicio del segundo porque nada más salir llegó el segundo tanto. Lolo Pla aprovechó un balón suelto tras un remate de Salvi y superó por alto a Dani Barrio. La afición lo premió con una gran ovación porque estaba viviendo una mañana plácida tras muchos disgustos.
Y la fiesta continuó porque el Melilla había bajado los brazos y porque el Cádiz no caía en la relajación. Salvi, el mejor sobre el campo, no entiende de dosificarse y tras un robo le regaló a Pla el tercero cuando podría haber intentado marcar él. El partido se rompía por completo y todo apuntaba a una goleada para el recuerdo.
El Melilla no tenía fuerzas ni fútbol para poner algo de emoción y el Cádiz se gustaba. Salvi seguía siendo el dueño y aparecía por todas partes. Lolo Pla pudo hacer un hat trick con otra ocasión en el minuto 70, pero remató al aire otro gran centro atrás del sanluqueño.
Claudio Barragán dio entrada a los dos delanteros del banquillo, Güiza y Despotovic. El Melilla ya no oponía la menor resistencia y era el día ideal para la reivindicación de los jugadores con problemas o para la reaparición de los que salían de lesiones. La segunda parte, realmente, fue un trámite. Nada que reseñar en el tramo final de un encuentro que deja buen sabor de boca a una afición necesitada de mañanas así de placenteras.