José Carlos Granero, entrenador del Melilla, no pudo comparecer por encontrarse sancionado y fue Moha, el segundo, quien ocupó su lugar en el banquillo y en la posterior rueda de prensa.
"Ha sido una pena. En la primera parte hemos estado muy bien plantado y al final de la primera parte nos metieron el uno a cero y fue un golpe fuerte por el minuto que fue. Hablamos de lo que iba a pasar en la segunda porque el Cádiz iba a salir fuerte y tuvimos otra jugada clave que fue el segundo gol. A raíz de eso no hubo más partido y nos hizo daño la lesión de Ali. Hubo que improvisar y tras el tercer gol se acabó todo", dijo Moha.
Quiso resaltar que "antes del primer gol nuestro portero no tuvo que hacer ninguna parada. El partido estaba controlado, pero después todo cambió".