Juan Carlos Cordero liderará no solo las negociaciones para los fichajes de la plantilla cadista, sino todo un grupo de trabajo integrado por técnicos para "ver fútbol español e internacional" y que "reporten informes de jugadores". Hay que "controlar", verbalizaba el director deportivo cadista, que ponía como ejemplo el fichaje del francés Rafidine Abdallah: "Si no se tiene una idea de su perfil no habría llegado", aseguraba.
Los primeros en entrar en este grupo de técnicos serán David Buitrago y Jorge Cordero, quien dos temporadas atrás ostentaba el cargo de director deportivo que ahora tiene su hermano Juan Carlos. Ellos tendrán a su cargo a una red de ojeadores para visualizar el mercado durante todo el año para ver qué efectivos al alcance del Cádiz se convierten en objetivos para fichar. Así, la idea es confeccionar "un organigrama de primer nivel, porque el Cádiz lo es. Ha costado mucho sudor ascender".
Por otra parte, Juan Carlos Cordero hablaba de la cantera cadista y afirmaba que "habrá otro responsable junto a Quique González para controlarla. Son muchos equipos y hace falta mucho trabajo para la captación y seguimiento". En cuanto a promocionar jugadores de las categorías inferiores para la primera plantilla, Cordero era sincero al decir que "no podemos mandar un mensaje equivocado. La Segunda es la categoría más exigente y larga que conozco. Tenemos que hacer un equipo competitivo, con gente veterana y jóvenes. Paralelamente, hay que dar un golpe en la cantera", aseveraba.
Al Cádiz B lo preparará este año Mere y la idea es que se haga fuerte con "jugadores locales" y "algunos refuerzos" que pueden ser producto nacional o de fuera. "No miro de dónde son los jugadores, sino lo que nos pueden dar", aseguraba Cordero.
"No hay nada que me joda más que el que venga un club grande y se lleve jugadores", agregaba. Y es que su idea es que la cantera poco a poco "porque esto no emerge de un día para otro" ofrezca jugadores con proyección. "Y si hay que hacer contratos para que no se vayan, se harán. A un padre que venga porque su hijo se quiere ir hay que convencerlo con argumentos deportivos para que se quede, no con dinero, porque con eso no podemos competir", auguraba.