Este Cádiz apuesta por la pólvora

Pina y Cordero lo tienen claro. Si no hay gol, en Segunda División será muy difícil sobrevivir. Por eso, se han puesto manos a la obra para confeccionar un plantel en el que el poderío en la punta de ataque esté garantizado. A Dani Güiza, ariete estrella del pasado curso, se le suman esta temporada por orden de llegada Gorka Santamaría, Ortuño y el más reciente, Rubén Cruz. En el camino se quedará Ranko Despotovic. El balcánico ya ha recibido la orden de buscar acómodo para continuar su extensa carrera.

Mientras tanto, el serbio sigue en la disiciplina amarilla y al menos en verano ha podido cantar algunos goles, en concreto tres, ante Osasuna y Roteña. De todos modos, eso no le librará de ser uno de los jugadores con contrato en vigor descartados. Y es que la apuesta ofensiva del conjunto amarillo tiene cuatro cartuchos muy potentes.
Todos tendrán que luchar por ganarse el puesto, aunque a priori, por su juventud y menor experiencia en la categoría de plata, Gorka Santamaría es el que tendrá que demostrar más y pasar por encima en su rendimiento de los más baqueteados Ortuño, Rubén Cruz y Güiza. De este último ya está todo dicho y su papel como uno de los líderes del equipo por galones y jerarquía está claro. Aparte de su desequilibrante calidad que puede resolver un partido con pocos minutos sobre el campo.
Alfredo Ortuño lleva las cuatro últimas campañas jugando en Segunda con Girona, Las Palmas, Zaragoza y Mallorca, además de pisar la Primera División con el Granada durante cinco partidos. Su solvencia en la categoría está contrastada y el Cádiz consiguió una cesión a la que aspiraban más equipos. Por lo que respecta a Rubén Cruz, puede moverse no solo como ariete, sino también en la mediapunta e incluso en banda izquierda. Así, su polivalencia para incorporarse desde segunda línea es una de sus principales bazas para hacerse el hueco en el titular de Álvaro Cervera.