La Federación de Peñas organiza una 'pañolada negra'

La Federación de Peñas Cadistas está indignada en nombre de todo el cadismo. Y es que la afición del Cádiz ya ha sufrido en distintas ocasiones en esta temporada 2016-2017 errores arbitrales que han supuesto la pérdida de puntos en diversos encuentros. Sobresale la actuación de Ais Reig en Anduva o la propia de este sábado de Pulido Santana en el Colliseum Alfonso Pérez ante el Getafe. Por eso, la entidad convoca a la hinchada amarilla a celebrar una 'pañolada negra' en el próximo encuentro en Carranza.

 
El comunicado completo de la Federación de Peñas Cadistas, lo puedes leer aquí:
Somos una afición humilde llegada de segunda B. Animamos a nuestro equipo allá donde vaya, sin insultar, haciendo hermanamientos con Federaciones de peñas, disfrutando el fútbol con aficiones contrarias y siempre aplaudiendo a nuestro equipo, incluso al rival.
Pero todo esto queda empobrecido, empequeñecido y por qué no pisoteado cuando topamos de frente con la realidad arbitral.
Sabemos que ser árbitro no es fácil, pero tampoco ser aficionado y ver como tu equipo se ve perjudicado en más de una ocasión en el mismo partido.
Ayer en el Coliseum Alfonso Pérez un fuera de juego probablemente inexistente, un penalti en el último segundo del descuento que el 95% de los medios de comunicación declaran que no existió, perjudicaron gravemente a nuestro equipo.
Pero no es solo flor de un día el motivo de este comunicado. Arbitrajes como el de Miranda de Ebro, solo dos penaltis a favor pitados y varios existentes de los que se califican "de libro" no señalados, continuas faltas inexistentes pitadas en el desarrollo del partido y otras que no lo son y fácilmente se nos pita en contra, colman la paciencia del cadismo.
Por todo ello desde la afición proponemos una PAÑOLADA NEGRA con telas o pañuelos en el comienzo del próximo partido en Carranza.
Una vez más no insultaremos pero que vean y oigan nuestra protesta para que sepan que la humildad y el correcto comportamiento en la grada no conlleva que nuestras ilusiones queden reducidas a la mínima expresión.