Suma y sigue. El Cádiz ha logrado contra el Albacete la quinta victoria consecutiva gracias a un gol de cabeza de Ivan Kecojevic y otro de Romera que ha hecho justicia por lo visto en el terreno de juego. El equipo de Cervera fue un equipo sólido y aunque no gozó de muchas ocasiones, está en ese momento dulce en el que casi todo se le pone de cara.
El partido empezó algo frío, como el propio clima. Pero el Cádiz era quien buscaba llevar la iniciativa y el primer disparo a puerta llegaría en el minuto cuatro a través de Lucas Bijker, que se animó a lanzar desde fuera del área, aunque le salió muy centrado. El ritmo del partido era lento en líneas generales, pero se aceleraba cuando el balón llegaba a Salvi por la derecha.
El Albacete, como otros equipos que han visitado recientemente el Carranza, llegaba con tres centrales para poner las máximas dificultades a los extremos del Cádiz y en los pirmeros momentos era complicado hacerle llegar la pelota a Álvaro. Realmente, los primeros 20 minutos fueron un monólogo del Cádiz, aunque sin mucha capacidad de llegada por el buen posicionamiento en el campo de su oponente.
Con el paso de los minutos el juego se igualó y el equipo manchego empezó a dar señales de vida. Una falta lanzada por Susaeta estuvo cerca de entrar en el minuto 27. Era el primer aviso y el Carranza redobló esfuerzos para animar porque veía a su equipo con problemas. Por momentos estaba muy impreciso y de eso se aprovechaba el Albacete, muy concentrado y esperando su momento.
El único jugador cadista que marcó diferencias en el primer tiempo fue Salvi. El sanluqueño se marchaba casi siempre que recibía el balón y era un peligro constante, aunque su centros terminaban siendo despejados por la tupida defensa albaceteña. Álvaro quiso emular a su compañero y firmó una gran jugada en el minuto 37, pero su disparo lo detuvo Tomeu Nadal sin problemas.
El partido estaba para eso, para definirse en una jugada individual o a balón parado. Y así llegó el primero. Un córner lanzado por José Mari fue rematado espléndidamente por Kecojevic. El Cádiz se ponía por delante a cinco minutos del descanso, justo después de haber superado un momento delicado.
La segunda parte empezó pareciéndose mucho a la primera, con un juego cadencioso pero con la tranquilidad que daba verse por delante en el marcador. El equipo se sentía cómodo y estaba buscando el gol de la sentencia. Primero con un disparo lejano de Álex en el minuto 51.
El Albacete tenía que reaccionar y empezó a mover el banquillo. Hasta el momento sólo había inquietado a Cifuentes en la falta de Susaeta, pero en juego no había ofrecido casi nada. Pero era el Cádiz el que seguía con más mordiente. Una gran jugada entre Salvi y Servando en el minuto 62 acabó con un centro peligroso del isleño. Los locales no querían meterse atrás por mucho que fueran ganando.
Daba la sensación de que estaba más cerca el segundo que el empate, pero en el Carranza nadie podía estar del todo tranquilo. El Albacete quemaba sus naves con cambios ofensivos y la ventaja era corta, aunque cada vez que Salvi o Álvaro llegaban al área, se olía el gol.
El partido llegaba a los últimos minutos con los nervios de siempre, pero con la confianza que daba tenerlo aparentemente controlado. Una buena internada de Bela en el minuto 84 dio el susto, pero Lucas Bijker despejó en el momento clave. El equipo llegaba entero al tramo final, pero parecía inevitable sufrir el último acoso del Albacete.
La veteranía y las tablas le terminaron dando tres puntos e incluso se dio el lujo de marcar el segundo en un jugadón de Salvi aprovechado por Dani Romera a placer. Tres puntos que le permiten continuar en zona de play off y, lo más importante, acercarse un poco más al objetivo de la permanencia. Otra alegría para el cadismo, que no puede dejar de soñar.