Teóricamente iba a ser un día más en la Ciudad Deportiva de El Rosal. Era día 31 de enero, pero no se esperaban movimientos de mercado y la plantilla se iba a quedar tal cual. La tranquilidad debía ser la nota predominante, pero cuando la plantilla llegó, la policía ya estaba en las instalaciones.
Fue la sorpresa de la jornada. Desde un primer momento le quedó claro a los técnicos y jugadores que los policías en ningún caso pretendían acceder a los vestuarios ni a las salas de trabajo de los profesionales, sólo querían entrar en algunos despachos donde había material administrativo.
El consejero Jorge Cobo fue el encargado de trasladar tranquilidad a los jugadores del equipo amarillo para que supieran que la intervención policial no tenía nada que ver con el club, pero eran conscientes de que Juan Carlos Cordero y David Navarro habían tenido que atender a los agentes.
Una jornada de entrenamiento que será recordada en la plantilla por mucho tiempo en una temporada en la que, eso sí, ya han tenido que convivir con el habitual distanciamiento entre Vizcaíno y Pina.