El partido en Tarragona fue el del retorno de Dani Romera, que jugó por detrás de Carrillo en un primer momento y después de Jona. El almeriense se ha ganado la confianza del entrenador cadista y saca conclusiones positivas del punto obtenido.
"Ha sido un partido duro, sabíamos que iba a ser un rival difícil. Éramos conscientes de que había que trabajar duro, pelear cada balón y luchar en el campo. Tuvimos ocasiones para ganar pero debemos pensar ya en el Oviedo", explicó.
En el vestuario cadista no se considera una crisis llevar tres partidos sin ganar y así lo dice Romera: "No se puede hablar de crisis, nuestro objetivo es el de los 50 puntos, cada día estamos más cerca y tenemos que ir partido a partido, hacer bueno el punto en casa y seguir trabajando".
Sobre el próximo encuentro ante el Oviedo dijo que "es un rival directo ahora mismo, esperemos cambiar la racha, la dinámica, con los tres puntos y sabemos que va a ser un partido muy complicado. Puede marcar un antes y un después".