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El momento ideal para superar a la bestia negra

Garrido, en el partido de la primera vuelta.
Francisco José Jiménez

El partido que el Cádiz CF disputará contra el Oviedo del próximo sábado se puede considerar una final en pleno mes de febrero porque aunque quedarán muchísimos partidos por delante, un triunfo serviría para romper la racha de tres partidos sin ganar y sería dar un golpe sobre la mesa ante un rival de la zona alta.

Además, se quitaría de encima ese mal sabor de boca que le queda contra el conjunto ovetense desde hace varias campañas. No se puede olvidar ese play off en el que los amarillos perdieron por 0-1 en el encuentro de vuelta tras haber empatado (1-1) en la ida, precisamente con un gol de Jona. Dejar escapar ese ascenso directo hizo mucho daño.
Por suerte el equipo fue capaz de volver a Segunda al poco tiempo, pero las veces que se han cruzado no ha habido manera de hincar el diente al equipo asturiano. La pasada campaña perdió 0-2 en el Carranza y 2-1 en el Carlos Tartiere tras un gol inicial de Salvi. En el presente campeonato, el Oviedo ganó por 1-0 con un tanto de Toché.
Ha encontrado un rival muy complicado en el equipo ovetense, que se ha convertido en una bestia negra moderna y que ahora pelea con los mismos puntos por la segunda plaza. El Cádiz sólo habla públicamente de alcanzar los 50 cuanto antes, pero ni que decir tiene que vencer este sábado sería un gran paso para seguir firme en la pelea por lo más grande.

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