Si el viernes se pudo ver a Quique Pina en las instalaciones de El Rosal saludando a los jugadores y técnicos de la plantilla cadista, ya el sábado pisó el césped del estadio Carranza para ver el Cádiz-Sevilla Atlético como lo ha hecho en muchas ocasiones. Y es que el murciano sigue esperando recuperar sus poderes en el consejo de administración y volver a la normalidad en el club cadista.
Cabe recordar que el consejo decidió revocar los poderes del empresario murciano el 5 de febrero después de que se conociera que estaba siendo investigado en la Operación Líbero. Pina había ingresado en prisión el 2 de febrero y fue puesto en libertad 17 días más tarde. En este momento el caso está en manos de la Audiencia Nacional.
Desde el entorno de Pina se recuerda que sigue siendo dueño de la mitad de las acciones del paquete mayoritario de la sociedad y que puede ocasionar penalizaciones muy fuertes el hecho de que Manuel Vizcaíno no atienda su petición de recuperar los poderes. Se insiste en que puede suponer la ruptura del pacto alcanzado entre socios de la sociedad Locos por el Balón. Se llega a hablar de penalizaciones que superarían los cinco millones de euros y que piensa litigar al máximo para hacer valer sus derechos.
A pesar de que ya sólo es oficialmente consejero y no consejero delegado y que ha dejado de percibir el sueldo inicial por esta circunstancia, se siente con fuerzas para seguir peleando para recuperar el que entiende que es su sitio en el club y, siempre según su entorno más cercano, quiere centrarse ahora en apoyar al equipo en lo que resta de temporada.