La lesión que sufrió Jon Ander Garrido el pasado domingo en Barcelona le duele a todo el cadismo. Su probable baja contra el Tenerife puede suponer un gran problema en el esquema de Álvaro Cervera, aunque desde el club se toma con cautela una situación de la que no se conocerá la resolución final hasta jueves o viernes.
Lo que está bastante más despejado es su futuro. Inicialmente tiene garantizada su continuidad hasta 2019 por la renovación firmada en 2016 y ahora tiene hecho un acuerdo por un año más, por lo que jugará como mínimo en el Cádiz hasta el año 2020, sin que se descarte que en su nuevo contrato haya alguna cláusula por la que se incluya alguna temporada más opcional.
Varios jugadores del equipo cadista coincidieron en comentar el pasado domingo que la baja de Garrido en Barcelona fue un palo muy duro y bien que se notó desde ese momento. Faltó ese jugador capaz de cubrir mucho campo y de realizar robos esenciales para iniciar ataques con el rival desordenado.