El cadismo está preocupado porque a la lesión de Garrido se suma ahora la de Barral, que en la mañana del miércoles tuvo que retirarse del entrenamiento al sentir molestias en el abductor. Le ha sido realizada una resonancia este mediodía y durante la tarde se conocerá el alcance de su dolencia.
Todo hace indicar que se trata de una rotura, lo que podría suponer que el isleño causara baja, como mínimo, en el partido del domingo contra el Tenerife. Las sensaciones no son buenas dentro del club, aunque cabe la esperanza de que las pruebas muestren que no hay rotura.
Serían dos bajas importantes en un momento trascendental de la temporada porque el vasco es indiscutible para Cervera desde la pasada campaña y el gaditano se había ganado la confianza del entrenador en las últimas jornadas, después de varios meses con apariciones y salidas del equipo.