Un detalle (más) de la unión

El Cádiz CF vivió una de sus noches más negras de la historia reciente el pasado sábado en Granada. El equipo amarillo, acompañado de buena parte de su afición, se jugaba acceder al play off de ascenso ante un rival que apenas tenía más que la dignidad en juego. Sin embargo, ni el juego ni el resultado acompañaron y todo acabó siendo gris. Entre las malas noticias, sin embargo, apareció un detalle, el enésimo, de la unión del vestuario.

Tras finalizar el encuentro, y tras despedir al público allí presente, los jugadores cadistas se reunieron en el vestuario en una piña en la que intentaron reponer ánimos y reforzar a algunos de los presentes.
Más allá de aquella piña, algunos jugadores, tal y como mostraron en los aparcamientos -momento en el que se acercaron a los aficionados allí presentes para comentar lo sucedido- intercambiaron sus propias camisetas como recuerdo de una temporada en la que el sueño estuvo muy cerca.
Uno de los ejemplos más llamativos fue el protagonizado por Álvaro García y Aitor García. Rivales en el campo por un puesto, ambos intercambiaron tanto su camiseta como sus calzonas al terminar el partido. Más allá de la competencia entre ambos, mostraron el cariño que se comparte en un vestuario que el sábado noche, más que nunca, mostró su unión.
Un detalle más de una familia que casi cumple el sueño.