Jairo: el esperado regreso del omnipresente

La baja de Jairo en el partido contra el Rayo Majadahonda supuso un gran quebradero de cabeza para el Cádiz porque, con la lesión de Juan Hernández, es el único especialista en el extremo zurdo. Pero fue la mejor forma de comprobar la gran incidencia que está teniendo en el juego del equipo el canario desde que ha alcanzado su mejor tono físico.

Y es que el jugador cedido por el Girona no sólo aporta en el desequilibrio por su velocidad, sino que ayuda también mucho en defensa y es capaz de darle por momentos la pausa que necesita el equipo gracias a su calidad técnica y esa capacidad para llevar el balón cosido al pie.

Son virtudes que ha ido aflorando conforme han ido avanzando las jornadas y ha ido mejorando en su estado de forma. Hay que recordar que no pudo debutar con la camiseta amarilla hasta la jornada octava, cuando el Cádiz se midió al Nástic en el Carranza. Desde su llegada tuvieron que pasar unos dos meses para que se pusiera a tono.

Hasta el momento ha disputado 674 minutos, en los que ha realizado diez disparos a portería, ha dado dos asistencias y ha marcado un gol. Los que lo conocían ya comentaban que el apartado goleador no era su fuerte, pero el tanto que marcó en Lugo en las postrimerías del encuentro sirvió para vencer en ese partido y también para iniciar una racha victoriosa que todavía dura.

Todo hace indicar que estará disponible para ser convocado de cara al encuentro de La Rosaleda y será una gran noticia porque con él volverá a ser el Cádiz un equipo simétrico y, sobre todo, porque ganará muchos enteros con respecto a sus posibilidades de sacar algo positivo en Málaga. En las fotos de celebración en el vestuario suele pasar inadvertido, pero dentro del campo concita mucha atención por su buen rendimiento.