Szendrei: "Ojalá vuelva el Cádiz de los milagros"
Hablar de un partido Cádiz-Málaga es hacerlo de Jozsef Pepe Szendrei y una tanda de penaltis inolvidable para la afición amarilla. Era la temporada 90-91 y el guardameta húngaro tenía una espina clavada con la directiva malaguista porque lo habían dejado sin equipo de la noche a la mañana. Por suerte, recaló en el Cádiz y firmó cuatro años muy buenos en la Tacita.
En declaraciones a ElDesmarque, el exjugador magiar recuerda su etapa en ambos equipos. "Mi primer año en España con Málaga fue una temporada fantástica. Teníamos un equipo muy bueno con unos compañeros estrellas como Juanito, Ruiz, Clemente o Esteban. Faltando cinco jornadas subimos a Primera con Kubala en el banquillo. Después pasé cuatro años maravillosos en Cádiz y tengo unos recuerdos increíbles. Fuimos capaces de estar todo ese tiempo en Primera, con partidos especiales como la victoria contra el Barcelona o un empate en Madrid. Ojalá vuelva el Cádiz de los milagros, como nos decían a nosotros".
Szendrei fue el héroe de aquella tanda de penaltis y lo pasó mal viendo la tristeza del malaguismo, pero no podía olvidar la jugarreta que le había hecho el club costasoleño. "Era un partido muy especial porque estaba en juego la permanencia y por mi orgullo. Parecía que me iba a quedar en Málaga porque tenía un acuerdo, pero el último día y cuando tenía la vuelta para hacer la pretemporada, me llamaron de madrugada para decirme que no tenía que ir porque habían fichado otro entrenador (Luis Costa) y él no quería un portero extranjero. Volví a Málaga, me liquidaron y me dejaron en la calle con mi familia".
Entonces apareció el Cádiz. "Tuve la suerte de que llegué a una entidad estupenda y no me puedo olvidar de gente como Carmelo, Barla, Jose, Linares, Oliva, Kiko... Yo estaba muy feliz en Cádiz la noche antes del partido contra el Málaga le di muchas vueltas a la cabeza sobre que podía vengarme de los directivos del Málaga, pero después del partido viendo a los futbolistas del Málaga me daba pena. Lo sentí mucho por ellos".
De su etapa en el club gaditano recuerda aquellas noches de habitación con cierto jugador salvadoreño: "Mágico González era mi compañero de habitación y no veas lo que fumaba. Tenía la genialidad en su juego, técnicamente estaba entre los mejores y merecía haber llegado mucho más alto, pero era como era".
Está pendiente de cómo le van las cosas al Cádiz y al Málaga y espera que los dos acaben en Primera, aunque en este caso espera que sea el conjunto cadista quien salga vencedor. "Allí tengo muchos amigos y todos los años voy de vacaciones a Chiclana", explica. Le han hablado muchas veces sobre Cifuentes y destaca que "es muy importante tener un portero veterano. Yo tenía 38 años cuando me fui y estaba bien para continuar, pero Irigoyen no me renovó porque decía que yo pedía mucho dinero".