El entrenador del Granada, Diego Martínez, admitió que en el empate de este domingo frente al Cádiz (1-1) a su equipo le ha "pesado un poco las ganas de ganar", aunque no cree que se le haya escapado el ascenso directo porque "nadie puede perder nada que no tiene".
"Un amigo me mandó un mensaje y me dijo que teníamos un pie en Primera, pero en el fútbol no hay un pie o medio", explicó en la rueda de prensa posterior al choque el técnico del conjunto granadino, al que le bastaba una victoria para asegurarse el ascenso.
"Tenemos 75 puntos en la jornada 40; si en la jornada uno lo digo, me dicen que estoy loco. En nuestra situación hay que seguir, cuesta mucho ganar y vamos a seguir peleando, tenemos muchas más lecturas positivas, aunque a todos nos hubiera ganar hoy", recalcó Martínez.
El preparador del equipo rojiblanco reconoció que no tuvieron "un buen día", que se toparon con "adversidades y con una genialidad del rival", y que a sus jugadores les pesaron "las piernas, el calor, la tensión y el no hacer otro gol".
Además, añadió, les afectó el deseo de querer ganar y de que se acabara "pronto el partido", ya que "eso no es bueno, y más con este rival enfrente".
Aún así, Diego Martínez volvió a mostrarse "orgulloso" de sus jugadores y dijo que "hay que poner en valor lo que hacen", ya que se han "dejado el alma en cuarenta jornadas" y se la van a seguir dejando "en las dos últimas".
"Independientemente de los resultados de las dos últimas jornadas, prefiero el empate de hoy con ellos que ganar con otros", sentenció.