El encuentro contra la UD Las Palmas contó como principal novedad el estreno del nuevo césped. Hace tres semanas tuvo lugar la siembra del terreno de juego y el aspecto que lucía en este encuentro era muy bueno. En el partido, además, se comprobó que aguantó muy bien.
El último partido jugado en el Carranza antes de la siembra del césped de invierno fue contra el Huesca y ese día la hierba presentaba un color amarillento que aunque no impedía un buen desarrollo del juego, era la prueba evidente de que necesita un cambio.
Han sido unas tres semanas de trabajo continuo en el estadio Ramón de Carranza y el resultado ha sido más que convincente. Cierto es que en algunas ocasiones dio la impresión de que el balón no rodaba con la velocidad normal, pero en ningún momento se levantó, la demostración de que los dos partidos jugados fuera han servido para que cuaje la nueva hierba.