Iván Alejo: un espíritu libre de sangre caliente
Es el hombre de la semana por el gran partido que hizo en Vallecas, aunque realmente Iván Alejo nunca pasa desapercibido. Sólo tiene 24 años, pero le rodean muchas historias curiosas por ese carácter del que tanto se ha hablado a lo largo de su carrera. Ahora viste la camiseta del Cádiz y está implicado al máximo en un proyecto al que se sumó en la última semana y del que ahora forma parte como un elemento importante de la plantilla.
A pesar de ser de Valladolid ha dicho en más de una ocasión que desde pequeño es del Sevilla. Ha vestido las camisetas del equipo pucelano, Atlético de Madrid, Villarreal, Alcorcón, Éibar, Getafe, Málaga y Cádiz. Muchas para un chaval tan joven, que puede haber encontrado su sitio en el club amarillo viendo lo bien que se ha adaptado desde el inicio.
En el Valladolid ya tenía muy buena pinta. Hacía de recogepelotas en Zorrilla y así consiguió más de una camiseta de los jugadores. Ahora son otros los que le piden la suya y puede que más pronto que tarde sea de las cotizadas porque esas buenas condiciones que siempre le han acompañado deben explotar algún día cuando se den las circunstancias adecuadas.
Han sido muchas las veces en las que le han insinuado que tiene que madurar y él responde que es de sangre caliente y que es muy impulsivo, pero cree que es la gasolina que le hace ser tan competitivo dentro del campo. En Vallecas, sin ir más lejos, le dijeron de todo desde la grada y él se crecía porque dice que eso lo motiva.
Nada que ver con el Alejo de fuera del campo, una persona muy familiar y amistosa que vuelve a Valladolid siempre que puede para reencontrarse con sus raíces. Allí le espera su familia y unos hermanos, María y Rubén, a los que está muy unido. En ellos se refugia para superar momentos negativos como el que vivió en Girona, donde jugando con el Éibar Mendilibar lo sacó del campo en el minuto 70 después de haber entrado en el 30 para sustituir a Pedro León. Acabó llorando en el banquillo y admite que ha sido su peor experiencia en un campo.
Se las ha ingeniado para hacer la pretemporada con Simeone en el Atlético y quién sabe dónde estará en el inicio de la próxima. Tiene contrato con el Getafe, con quien firmó cinco temporadas en 2018, pero en Cádiz parece haber encontrado la estabilidad en muchos sentidos y podría ser un buen fichaje para un club que quiere seguir creciendo con gente de su calidad.