Había que ganar para aprovechar los pinchazos del Almería y del Huesca y lo hizo. El Cádiz CF se impuso en Las Palmas en un partido en el que supo sufrir y golpear en el momento justo. Sale reforzado, más líder y con la sensación de que lo peor ha podido pasar ya.
El Cádiz se plantó en Las Palmas con dos puntas y una alineación de marcado carácter ofensivo. Como era de esperar, el balón inicialmente era de los locales. El conjunto de Cervera salía con velocidad apoyándose en Malbasic, que estaba acertado como en el día de su debut ante el Zaragoza.
Una jornada más, Perea era el referente en el ataque y desde la izquierda empezó a crear algo de peligro en el primer cuarto de hora. Faltaba fluidez cuando recuperaba el balón porque los locales presionaban de un modo efectivo para no dejar ningún espacio.
El partido no estaba controlado y Las Palmas se acercaba demasiado al área cadista, pero fue el conjunto gaditano quien golpeó primero. En el minuto 18 Malbasic robó un balón y metió un centro extraordinario desde la derecha que fue rematado de primeras por Perea con su pierna izquierda.
A partir de ese momento, los nervios llegaron al estadio canario porque la posesión del equipo de Mel no llegaba a ninguna parte y el Cádiz parecía muy cómodo tras ponerse por delante. Se veía que Pedri era el jugador más peligroso, pero estaba bien defendido en la mayor parte de las ocasiones.
El Cádiz no creaba más peligro pero estaba bien posicionado. Malbasic era el jugador más inspirado y en el primer tiempo lo hizo todo bien y con mucho sentido. La primera intervención de Cifuentes con cierto mérito fue a un disparo de Lemos en el minuto 40.
Los últimos minutos del primer tiempo fueron de agobio por los acercamientos del conjunto grancanario a base de lanzamientos de esquina, aunque sin ocasiones claras.
El equipo necesitaba tener más el balón y pertrecharse ante la previsible reacción de la UD Las Palmas. Cervera metió a Edu Ramos y quitó al Choco en el descanso, con lo que el equipo debía sufrir menos, pero también podría bajar su capacidad para inquietar al rival.
Los primeros minutos de la segunda parte fueron de acoso de los locales. No con una posesión estéril, sino ya con más recursos en el campo. Pedri se entendía bien con Fede Varela y el Cádiz lo pasaba mal, muy metido atrás. Cervera daba entrada a Alejo para tener más llegada y que su oponente no estuviera tan cómodo.
La mejor ocasión local se produjo en el minuto 61, pero Cifuentes evitó el tanto en un disparo cercano de Srnic tras una buena jugada colectiva. El Cádiz, pese a tener un equipo más defensivo, no era capaz de frenar al renacido equipo canario.
Para tener más presencia ofensiva Cervera metió a Álvaro Giménez y se marchó un Malbasic muy cansado y más perdido al jugar muy solo arriba. En una buena contra, Alejo hizo una gran jugada y centró para que Álvaro Giménez rematara a placer, pero le salió muy centrado y el portero lo sacó con el pie.
Ya el Cádiz enseñaba de nuevo los dientes y en otro contragolpe el colegiado pitó un penalti por derribo sobre Giménez tras otro buen centro de Alejo y Álex Fernández puso el 0-2 cuando quedaba algo más de un cuarto de hora.
Había pasado el chaparrón del acoso de los jugadores de Mel y el segundo tanto era un mazazo tremendo. Había que aguantar para no darle vida a un buen equipo, pero con muchas dudas. Los minutos fueron pasando y no estaba pasando nada, pero Rubén Castro puso emoción con un cabezazo en el mintuto 84 en el que no pudo hacer nada Cifuentes.
Evitó el empate el cancerbero amarillo con una buena parada en un remate cercano muy centrado de Eric Curbelo. El Cádiz estaba nervioso y algo precipitado en el tramo final y lo pasaba mal para defender la victoria.