San Fernando cuenta con un policía local que es famoso por ser también árbitro de baloncesto de la Liga Endesa. Se trata de José Ramón García Ortiz, que lleva casi treinta años compatibilizando el silbato y el parqué con su profesión como policía, cuya actividad ha cambiado radicalmente en estos días.
¿Se discute más con un ciudadano que hace caso omiso a la obligación de permanecer en casa, o con un jugador que está en desacuerdo con una falta personal en contra? García Ortiz reconoce que, ahora mismo, son los ciudadanos los que le generan más discusiones, aunque también le sorprenden con sus excusas.
"Además la gente en esta parte del país tiene un ingenio que al final te tienes que reír. Después le echas la bronca, pero te tienes que reír", admite entre risas el policía local y árbitro internacional.
Son algunos casos, pero "pocos, afortunadamente", puntualiza García Ortiz, que asegura que "la gran mayoría está respetando" las medidas de distanciamiento social, pese a esa minoría a la que cuesta convencer.
"En muchos casos no hay más remedio que sancionarlos, aunque ellos piensen que llevan razón, porque no es así, es una situación grave y, sin ser alarmistas, hay que respetarla", agrega.
La pandemia también ha conferido a la policía nuevas labores, que nunca habían realizado antes, algunas "de tipo humanitario" como atender a personas que permanecen solas en sus casas con graves problemas médicos, o animar a los niños, uno de los colectivos que más sufren el confinamiento.
En El Partidazo de Cope contó una simpática anécdota: "Si lleva un perro de peluche me tengo que reír. Un señor bajaba la basura y llevaba una cuerda con un perro de peluche, me tuve que reír evidentemente. El señor me dijo que tenía doble justificación, por sacar el perro y la basura. Fue una anécdota curiosa".