Nadie dijo que fuera a ser fácil...
El Cádiz CF no pudo redondear una buena primera semana ganando al Alcorcón. En un partido muy igualado tuvo arrestos para igualar un marcador que se puso en contra en el inicio de la segunda parte. Cervera apostó por un once ofensivo que no fue capaz de generar el juego esperado. Cuando empezó a robar balones acorraló a su rival y empató por medio de Lozano, pero esta vez no llegó un gol del triunfo en el tramo final.
El equipo amarillo empezó muy metido, llegando por la derecha a través de Alejo y buscando la velocidad de Nano Mesa en sus desmarques. El Alcorcón no hacía daño en estático, pero se veía que podría hacer daño a la contra si había pérdidas en la medular.
La iniciativa era cadista, pero en los primeros 20 minutos tampoco había llegado con auténtico peligro, más allá de algunos centros buenos. No era una situación nueva para los amarillos, que no sufrían en defensa pero que tampoco enseñaba los colmillos.
El hecho de jugar con Álex de mediocentro y con dos delanteros, como Álvaro Giménez y Nano Mesa, no se traducía en un juego muy ofensivo. El primer susto del Alcorcón fue un remate de Sosa al lateral de la red en el minuto 38. El Cádiz en ese momento estaba muy espeso y con escasa verticalidad. No había un mediapunta que hiciera daño en los espacios libres. Los delanteros estaban descolgados y desasistidos.
El equipo tenía que mejorar en la segunda parte y para ello metió Cervera a José Mari y Lozano. Pero a los 48 minutos el que se ponía por delante era el Alcorcón en una jugada iniciada por Ernesto en la izquierda del ataque cadista y acabó en gol de Stoichkov tras un rechace de la defensa.
La mala noticia en los minutos siguientes al gol es que el balón seguía siendo del Alcorcón, algo que se fue suavizando con el paso de los minutos. Cada vez que Jurado entraba en contacto con el balón crecían las opciones de que pasara algo, pero el equipo era muy previsible en sus ataques.
Como en cada partido, el Cádiz se enfrentaba a sus fantasmas de crear juego con el balón sus pies. Tenía muchos minutos por delante para reaccionar al mazazo del gol y cuando quedaba media hora empezaba a meter al Alcorcón en su área, con más empeño que otra cosa.
Sus centros empezaban a crear peligro y el Choco Lozano lograba el empate en el minuto 68 con un cabezazo a un gran centro de Álex Fernández con la izquierda. Había hecho lo más complicado y tenía 20 minutos para rematar la faena.
José Mari le había dando más empaque al centro del campo, Álex tenía más libertad y eso se traducía en llegadas más limpias. Iza reclamó un penalti en el minuto 73, pero no fue concedido después de ser revisado. Llegó el parón para beber y se unió al deseo del Alcorcón por dormir el partido en el momento de mayor agobio.
Una jornada más, el equipo llegaba al tramo final con la necesidad de marcar y se encomendaba a la calidad. Cervera unía en el campo a Jurado, Pombo y Álex, con Salvi en la derecha y el Choco arriba. A eso se le unía que era capaz de robar balones y eso le daba mucha presencia en el campo del rival.
Pero el equipo empezó a incurrir en errores absurdos, de los que se benefició un rival que en ese momento estaba más preocupado en entorpecer que en cualquier otra cosa.