El Cádiz CF ha comenzado la temporada con David Gil como titular. El madrileño ha convencido a Álvaro Cervera para ser el elegido bajo los palos y este miércoles ha dado a conocer una circunstancia muy particular que vivió después del confinamiento.
"El final de temporada y el verano ha sido difícil. Varias lesiones tras el confinamiento me perjudicaron el final del tramo liguero. Tuve que pasar por quirófano una semana antes de jugar ante el Rayo, me lastró la pierna porque nos centramos en recuperar el dedo y nos olvidamos de otras molestias", reconoce.
Gil tuvo una lesión en el dedo antes del primer partido tras el parón y se ocultó por parte del club: "Se mantuvo en secreto, se pensó que lo mejor era mantenerlo en secreto para no dar pistas al rival. Me operé siete días antes del partido ante el Rayo. Alberto estaba sancionado, tenía que jugar yo y no quise perder la oportunidad. El día que me operé no sabía si íbamos a poder, pero con el trabajo de los fisios y con la intención de todos se consiguió que jugara. La superación queda ahí. Yo intenté dar todo por intentar jugar. La operación salió bien, me metieron tres tornillos en el dedo y para el resultado que conseguimos al final creo que fue bastante positivo”.
Sabe que la competencia es grande en la portería cadista, pero siente que cuenta con el apoyo del entrenador: "Siempre he sentido la confianza del míster, al que tengo que agradecerle todo. Es una responsabilidad que todo jugador quiere tener. Vine para triunfar, para hacerlo lo mejor posible y que se me dé esa responsabilidad, y jugar tanto en Segunda como en Primera, para mí es una satisfacción muy bonita. Cuando saltas al terreno de juego y calientas antes de un partido de Primera, piensas en todos los años de trabajo".