El Cádiz CF regresa a Bilbao 14 años después. Lo hará a un San Mamés mucho más moderno, pero con la misma sensación de que acude a un estadio mítico del fútbol nacional. Y eso que en su última visita no sólo perdió (1-0), sino que además vivió un triste episodio con un futbolista muy querido: Matías Pavoni.
El argentino sufrió una grave lesión en aquel partido. Se la produjo Carlos Gurpegui en el primer minuto del partido y lo más llamativo es que ni siquiera fue amonestado por el colegiado Megía Dávila. Su tobillo saltó por los aires y nunca volvió a ser el jugador desequilibrante que había demostrado ser en Segunda B y Segunda A y Primera.
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🗓️ 12/03/2006.
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— Athletic Club (@AthleticClub) September 29, 2020
"Fue el peor día de mi vida, pero no le guardo rencor. Entró muy fuerte, pero hay muchas entradas como ésa y yo tuve mala suerte", ha dicho Pavoni en varias ocasiones. En aquel momento tenía 26 años, estaba en el mejor momento de su carrera y aunque después pudo volver a jugar ya nunca pudo recuperar su auténtico nivel.
Tan imponente fue la lesión que el propio Gurpegui pidió perdón públicamente al jugador cadista: "Me duele mucho haber provocado esa lesión porque un profesional lo último que quiere es causarle un problema a un compañero. Le pido disculpas y quiero que sepa que, de verdad, en ningún momento quise hacerle daño".
Fue un partido que se decidió en el alargue gracias a un penalti transformado por Tiko en el minuto 94. El Cádiz jugó en superioridad numérica desde el minuto 30 por la expulsión de Amorebieta, pero no fue capaz de sacar provecho de ello.