El Cádiz CF cierra este martes un histórico 2020 con un partido muy importante e interesante ante el Real Valladolid en el Ramón de Carranza. Una noche para espantar fantasmas y romper de golpe una mala racha que ha empezado a crear cierto nerviosismo. Tres derrotas seguidas y una situación complicada por un nuevo positivo por coronavirus que deja a Álvaro Cervera de nuevo como artífice de otro cambio de rumbo.
Porque el Cádiz quiere despedir el 2020 con un triunfo que alivie las penas de los últimos días después de unas primeras semanas de competición casi de matrícula de honor. Cervera ha pedido fichajes pero debe tirar por ahora con lo que tiene y muchos ya han dado un gran rendimiento. En la portería, salvo sorpresa, seguirá Ledesma, que aunque ha bajado su rendimiento en los últimos partidos ha demostrado dar seguridad al Cádiz.
La opción de Fali en el centro del campo dejaría de nuevo a Cala y a Marcos Mauro como centrales, con Iza y Espino como laterales. Y a partir de ahí no hay muchas cosas claras, salvo Negredo en punta y Lozano, en principio como su acompañante. El Cádiz lleva varios partidos sin hacer gol y le está costando más que nunca crear jugadas. Cervera tiene ahí trabajo y varias opciones. La vuelta de José Mari podría ser la gran novedad.
Eso sí, todo dependerá finalmente de quién pueda estar o no a las órdenes de Cervera, que dará la convocatoria este martes cuando se conozcan los resultados de las pruebas realizadas. Porque en estos tiempos, no solo la pelota y los equipos rivales influyen en las convocatorias. El dichoso virus complica muchos onces y muchos partidos, aunque el Cádiz sabe que este miércoles hay mucho en juego. Al menos para tener las fiestas en paz.