Tres décadas después: una gesta para la historia cadista

El Cádiz CF acaba de lograr la permanencia en LaLiga Santander sin sufrir en exceso. Pero eso no ha sido lo habitual en su historia, ya que ha firmado episodios agónicos que han hecho forjar una leyenda. Este miércoles se cumplen 30 años de un partido inolvidable para los cadistas.

Era un Cádiz-Zaragoza donde se jugaba eludir el descenso directo. El conjunto amarillo se impuso por 2-1 y se destapó la figura de Kiko Narváez, un canterano que apuntaba maneras y que empezó a demostrar que estaba llamado a hacer cosas muy grandes en el fútbol.

El penúltimo paso de la salvación

Provocó un penalti que transformó Dertycia y después marcó un segundo gol que le dio la victoria al conjunto entrenado por Ramón Blanco. Higuera había adelantado a los maños a falta de 20 minutos, pero el Cádiz remontó y después fe capaz de certificar la permanencia en la recordada promoción ante el Málaga en aquella tanda de penaltis en la que Szendrei acabó como héroe.

"Me acuerdo todos los días de aquello. Fue mi primer gol en Primera y siempre te queda el recuerdo de creerte que puedes cumplir un sueño. Cuando tengo que hablar de mi vida deportiva, al primero que voy a mentar siempre es a Ramón Blanco porque con 13 años me dijo que si no hacía el boliza iba a jugar en Primera. Yo llegué a mi casa y le dije a mi padre que un tío con un mostacho que no veas me había dicho eso. Él me fue llevando hasta Primera", dice Kiko al recordar aquella tarde imborrable.