El Cádiz CF no pudo reencontrarse con la victoria ante el Granada. Un partido en el que estuvo por delante durante muchos minutos, pero que al final no se pudo llevar por un tanto recibido cuando ya se saboreaba el triunfo.
El partido comenzó con un Cádiz muy activo en ataque, más de lo habitual. En los primeros cinco minutos tuvo varias llegadas a balón parado y dio muestras de que no era un partido más. El equipo estaba muy intenso y a los 10 minutos Choco Lozano fallaba solo delante del portero. Por suerte, la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
El primer susto del Granada vino con un disparo de Luis Suárez tras una pérdida de Alarcón en la medular. Los visitantes demostraban que tenían mucha calidad en la parcela ofensiva. Los ataques del equipo de Robert Moreno eran muy peligrosos y al Cádiz le costaba mucho más tocar el balón con criterio.
Sí llegaba a balón parado y Espino casi hace el primero tras un rechace, pero su disparo fue despejado por Maximiano. Lo mejor del Granada salía de los pies de Milla y Gonalons, pero cuando el Cádiz era capaz de impedir que aparecieran, robaba con cierta facilidad y salía a la contra. Aunque casi siempre sin acierto.
La mala racha se rompió en el minuto 32, cuando un lanzamiento de Arzamendia se coló en la portería del Granada tras tocar en Torrente. La jugada fue revisada por una supuesta falta, pero finalmente se concedió el gol. El equipo supo administrar esa ventaja en los últimos minutos, mientras que su rival se perdía en protestas.
Por problemas físicos tuvo Álvaro Cervera que cambiar a Fali y Arzamendia en el descanso y entraron Marcos Mauro y Salvi. El Cádiz tenía ante sí el reto de saber jugar con el marcador a favor, algo que no había pasado mucho en la temporada.
El equipo estaba bien puesto en el campo. Cala se desgañitaba pidiendo orden a sus compañeros y que cerraran líneas para que se hiciera muy corto y no dejara entrar al Granada. Los de Robert Moreno no estaban llegando con peligro en el primer cuarto de hora.
Pero el Cádiz ya no atacaba como en el primer tiempo. Lo fiaba todo a la defensa y era un riesgo. Cada llegada del Granada era un martirio para el cadismo. Ledesma evitó el empate de Bacca con una buena acción en el minuto 74. El Cádiz replicó con una buena contra en el minuto 80, pero Salvi no llegó a un centro de Espino.
Y cuando parecía que se podía ganar otro partido, llegó el empate por medio de Jorge Molina en una jugada en la que quedó un balón suelto.