La sanción de un partido al Pacha Espino por la amarilla que vio ante el Getafe va a suponer un cambio importante en el Cádiz. El uruguayo era hasta el momento el único jugador de campo de LaLiga Santander que había disputado la totalidad de minutos. Eso se romperá en Granada y todas las miradas se centrarán en Arzamendia.
El paraguayo tiene otra ocasión para demostrar que es un jugador fiable para un partido decisivo como éste. El club gaditano apostó fuerte por él en el pasado verano al pagar a Cerro Porteño la cantidad de dos millones de euros, pero hasta el momento no ha ofrecido el rendimiento esperado.
Se ha encontrado con que Espino está siendo uno de los mejores laterales del campeonato y cuando le ha tocado salir ha pecado de una excesiva timidez. No ha desentonado, pero tampoco ha sabido poner en dudas a Cervera o Sergio González para la elección en el lateral zurdo.
Su última participación con el Cádiz en la Liga fue en la victoria ante el Levante. Entró en el tramo final del choque y disputó 11 minutos. También había intervenido en el empate contra el Espanyol en el estreno de Sergio González en el banquillo amarillo. Se da la circunstancia de que fue ante el Granada cuando marcó su único gol de la temporada, aunque no sirvió para lograr la victoria por el tanto final de Jorge Molina.
Si el técnico cadista mantiene el esquema del pasado sábado y vuelve a salir con tres centrales, Arzamendia estará a gusto por parecerse más al sistema en el que ha destacado en Paraguay. Es más un carrilero que un lateral de una defensa de cuatro y tendrá la opción de lucir esas cualidades físicas que le caracterizan.