Es Noticia

Awer Mabil, de un campo de refugiados al éxito: una historia de superación

Periodista especializado en fútbol y en fichajes

La historia de Awer Mabil es de superación y de solidaridad. El atacante, que puede ser jugador del Cádiz a partir de la próxima temporada, había pasado buena parte de su infancia en un ambiente hostil. Se encontraba en el campo de refugiados de Kakuma, en el noroeste de Kenia. Su familia había tenido que huir de Sudán del Sur por la guerra antes de que él naciera.

Esta circunstancia marcó su vida. Pero no para frenar su capacidad para alcanzar sus sueños, sino para valorar todo en su justa medida. El fútbol fue su válvula de escape en esos momentos tan duros y desde bien pequeño aspiró a convertirse en futbolista profesional.

Su familia dio el paso de irse a vivir a Australia cuando Awer tenía 11 años. Fue allí donde pudo conocer una realidad muy diferente. De pequeño había tenido problemas para disponer de material deportivo básico para jugar y si quería ver un partido por televisión tenía que caminar unas dos horas hasta llegar a un bar donde se podía ver.

Su situación cambió en Australia y el fútbol pasó a ser una ocupación habitual. Probó fortuna en el Adelaide United, donde empezó a demostrar una capacidad que le permitió debutar en la máxima categoría con 18 años. Pero la cosa no quedó ahí porque él deseaba jugar en Europa. El Midtjylland danés le dio la ocasión de conseguirlo, pero no lo tuvo nada fácil y fue cedido en varias ocasiones hasta que terminó asentándose. Esto le dio la oportunidad de jugar con la selección de Australia.

Ese éxito no le hizo olvidarse de sus raíces. En 2014 regresó al campo de refugiados de Kenia y se dio cuenta de que ahora estaba en condiciones de devolver algo a la comunidad. Fue así como nació la iniciativa Barefoot to Boots (Botas para pies descalzos). “Me siento orgulloso de que nuestro esfuerzo haya supuesto un cambio en la vida de los refugiados. Lo único que ellos buscan es una oportunidad y que no se los condene al olvido”, dijo.

El futbolista también colabora actualmente con hospitales y centros educativos, pero no se da importancia: "No creo que yo sea un espejo para nadie, pero sí es cierto que me gustaría abrir una puerta para mostrar a los niños que los sueños pueden hacerse realidad si los persigues”.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar