Imagen penosa de un equipo que no compite

El Cádiz CF ha perdido contra el Athletic Club en el que puede haber sido el peor desde que regresó a LaLiga Santander. Fue un muñeco en manos de su oponente y en ningún momento fue capaz de competir. Este equipo necesita que jueguen ya los fichajes que deben marcar diferencias, pero también que eleven el nivel los futbolistas que la pasada campaña sí dieron la cara. Si no, es imposible.

El partido empezó con mucho ritmo. Con el Cádiz entrando por medio de Alejo y con Ledesma evitando un gol en propia puerta de Negredo. El argentino dio el susto en el minuto 11 con un mal pase que casi le cuesta un gol. Muchos nervios en el arranque del choque.

Cada pérdida de balón era castigada por un rival que creaba mucho peligro por medio del pequeño de los Williams y de la calidad de Berenguer y Sancet. José Mari y Blanco hacían lo posible para que el balón no pasara por Muniain, pero incluso así se veía que el Athletic estaba a otro nivel.

Una jornada más, el equipo cometía errores absurdos en defensa que propiciaban acciones de peligro. El buen trabajo en muchas parcelas del campo quedaba ensombrecido por fallos inadmisibles. Así llegó el 0-1, con un horrible pase atrás de Arzamendia aprovechado por Iñaki Williams. Imperdonable.

Y pudo ser peor porque le señalaron un penalti en contra, el enésimo, por una supuesta mano de Espino. Menos mal que Ledesma se lo paró a Iñaki Williams porque el partido estaba siendo calamitoso. Ni tenía la pelota ni era capaz de contener a un Athletic superior.

Sergio metió tras el descanso a Chust y San Emeterio, pero el escenario era muy similar. El balón era del rival casi siempre y cuando era capaz de llegar al área d Unai Simón, los tiros eran muy inocentes, como el de Negredo en el minuto 52. No pasaba lo mismo en el otro área. Guruzeta, que acababa de entrar, marcó el segundo con un disparo seco después de otro error propio.

Cabía esperar, al menos, un arranque de amor propio. Pero ni eso. Los jugadores rivales estaban mejor colocados, llegaban antes y eran más precisos. Sin necesidad de hacer un gran partido se estaban imponiendo y podía ir ganando por goleada.

Lo más parecido a un disparo peligroso fue el realizado por Mabil en un contragolpe cuando quedaba un cuarto de hora para el final. Mientras que el Cádiz disparaba con balas de fogueo, las del Athletic eran de verdad. Berenguer hizo el tercero en el minuto 79 en otra jugada en la que los locales mostraron todas sus debilidades. Cuando el Cádiz buscaba el gol del honor llegó el cuarto, obra de Guruzeta a la contra.