Una chirigota vacila a Laporta por el escándalo de los árbitros y en pleno Carnaval: "Yo hago mis informes"
Son días de Carnaval en Cádiz CF y cualquier noticia de actualidad es buen material para el humor. Si además es futbolero y tiene tintes de escándalo, mejor. Por las calles de la ciudad andaluza se han visto todo tipo de disfraces. Como es natural, también de fútbol. Durante el partido Barça-Cádiz y tras saltar a los medios el caso Negreira, algún que otro miembro de chirigota no dejó pasar la oportunidad de meter el dedo en la llaga. “Yo hago mis informes”, decía el árbitro de una de ellas al ser preguntado por su relación con Joan Laporta.
La chirigota, disfrazada de equipos de fútbol salidos de un manicomio (el Atlético Chispazo y el Atlético Levantera) ha dejado al que peor juega de todos como colegiado. "Mira una roja, el Barça no ha visto una de estas en su vida mientras estaba yo", asegura el trencilla metido en el papel del Jose María Enríquez Negreira. El que fuera vicepresidente de los árbitros durante casi 20 años, ha saltado a la palestra al conocerse que recibió pagos del Barça por realizar informes arbitrales para el club. Una noticia que tiene al club azulgrana en vilo desde la semana pasada.
En pleno Carnaval, además, se dio la circunstancia de que el Cádiz visitaba Barcelona. Un partido en el que no faltó la polémica. En concreto, los cadistas se quejan, y con razón, de un gol anulado al equipo por falta sobre Ter Stegen. Lo cierto es que no existe ninguna infracción ya que el jugador del Cádiz está bien colocado en el salto y es el guardameta del Barça el que choca contra él. Una ley no escrita, la de no tocar al portero en el área pequeña, que si bien no está reflejada en el reglamento, casi todos los árbitros aplican. Eduardo Iturralde González ha dejado bien claro en declaraciones a la Cadena SER que al portero se le puede cargar, como a cualquier otro jugador, en cualquier punto del campo, incluida el área pequeña. El Cádiz, con polémica, perdió en Barcelona pero eso no privó a los gaditanos de vivir una noche de guasa y de Carnaval por las calles de la ciudad.