Una gran entrada en un martes laborable: el cadismo nunca descansa

Ni en un día laborable a las 19:30 se relaja el cadismo. La afición del Cádiz acudió en masa a ver el partido de su equipo contra Osasuna. Hacía un calor casi veraniego, pero los aficionados tenían muy claro lo mucho que había en juego. Por eso el estadio Nuevo Mirandilla presentó una gran entrada.

En una semana con dos partidos como local había que dar el do de pecho en todo momento. Por eso desde las cinco de la tarde estaban los Brigadas dando color y sonido a los aledaños del estadio, para que quedara palpable que los tres puntos tenían que quedarse en casa.

El público tardó en entrar algo más que otros días y el recibimiento no fue el más apoteósico por la hora del choque, pero al equipo no le faltó animación desde que empezó a rodar el balón. Incluso había algunos valientes llegados desde Pamplona en un partido que teóricamente intrascendente para ellos.

Fueron 18.008 espectadores los que acudieron al Mirandilla un martes. Pero no era un martes más porque jugaba el Cádiz y eso siempre es sinónimo de fiesta. Sea cual sea el resultado.