Mágico González es un futbolista que todo el mundo recuerda por su fútbol alegre y su desbordante talento. También, por no querer tomarse este deporte tan en serio como para que se convirtiera en una obligación. La alegría del deporte, del juego más puro, de divertirse con el balón en los pies. Tal es su figura que el salvadoreño se ha unido al entorno digital del Cádiz. "Un tesoro" para los aficionados y tan humilde como para ponerse a jugar en la playa con unos niños del Cádiz. Leyenda para muchos como Diego Armando Maradona, que afirmaba que era mejor que él... O para Miguel Pardeza, histórico futbolista del Real Madrid o del Real Zaragoza.
El exfutbolista ha presentado su libro, 'A pie cambiado, cuaderno de un futbolista desencantado'. En una entrevista concedida al Diario de Sevilla, ha hablado sobre cuánto ha cambiado el fútbol actual, y reflexiona sobre la figura del Mágico González en el Cádiz, ya que ahora no quedan futbolistas que decidan por sí solos un partido.
Cada vez es más difícil. Hay jugadores determinantes y que cambian el signo de los partidos, como Vinicius, Haaland o Messi. Pero estamos hablando de primeras figuras", reflexiona.
En este sentido cree firmemente que el fútbol ha empeorado: "Antes había jugadores de un segundo nivel que también eran decisivos. Posiblemente en ese proceso de estandarización se ha ido perdiendo el talento espontáneo que antes era muy fácil de ver en cualquier equipo, incluso en los más modestos", afirma.
Y es que, para Miguel Pardeza, los equipos de segunda línea del fútbol español también podían acceder a esos otros grandes futbolistas de segunda fila: "El Zaragoza tenía grandes jugadores, pero lo mismo podía decirse del Cádiz o del Betis. Sería inimaginable que Mágico González jugara ahora en el Cádiz. Estaría en el City o en el París Saint-Germain", sentencia.
Una reflexión que, si bien por su calidad podía estar acertada, quizá no tanto por cómo funcionaba la cabeza de Mágico. Y es que ofertas mejores tuvo muchas, pero el Cádiz fue el escenario donde él eligió jugar, alejándose de la presión, de los focos y llegando a un lugar que le permitía cumplir su único sueño: disfrutar del fútbol como cuando era niño.
Si,mucha suerte tuvimos de tenerlo en este club tan humilde.Dudo que se hubiera ido a otro sitio,le encantaba Cádiz y su gente.Tuve la suerte de conocerlo dentro y fuera del campo,y era un máquina tanto en uno como otro.Una bellisima persona y muy protector con sus compañeros más jóvenes.Gracias "Mago"y gracias también por este lindo artículo.