Con el pésimo partido realizado por el Cádiz en Granada causa cierto sonrojo hablar de incidencias externas, pero es verdad que se dieron varias circunstancias que marcaron el partido. Primero por el gol concedido a Uzuni, cuando las imágenes mostraban claramente la posición de fuera de juego de Boyé. Tras una larga intervención del VAR, hay que hacer un ejercicio de fe y creer esa captura en la que, supuestamente, Sobrino lo rompe.
Y es que el Rubén Sobrino estuvo implicado en todas las acciones polémicas del encuentro. También fue objeto del penalti que fue señalado en un primer momento por el pésimo árbitro Juan Luis Pulido Santana antes de que cambiara de opinión al ver distorsionada la jugada con la cámara lenta.
Sobrino, además, cometió un gran error poniendo en bandeja al árbitro canario que lo expulsara. Es verdad que Ignasi Miquel lo empuja en un primer momento y que su reacción no siempre cuesta una tarjeta roja, pero de sobras debe saber que al Cádiz no le perdonan ninguna jugada así.
El árbitro ha puesto en el acta del partido que la expulsión del jugador cadista se debe a haber "golpeado a un adversario con el brazo en la espalda con uso excesivo de fuerza sin estar el balón en disputa".
Se trata de la primera expulsión del jugador de Daimiel en toda su carrera, después de haber disputado 285 partidos en el fútbol profesional. El Cádiz venía de perder por sanción a Iván Alejo y ahora ya sabe que no podrá contar con Sobrino en el partido ante el Valencia del próximo domingo 14 de enero (16:15).
Animo sobrino se ke pasaste mala racha y ahora creabas ocasiones y cosas