El Cádiz CF venció al Sevilla FC en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un encuentro en el que los cadistas pudieron adelantarse mucho antes en el marcador y afrontar el duelo con más tranquilidad. La primera, en una ocasión de Chris Ramos a puerta vacía que acabó fallando. La segunda, en el gol en propia portería anulado a Loïc Badé por una supuesta falta del delantero. Lo cierto es que el ariete fue el máximo protagonista del encuentro, por insistencia, por ocasiones y también por puro cadismo. No es de extrañar que, al término del encuentro, rompiese a llorar mientras celebraba el triunfo. Una victoria que puede ser clave si, finalmente, consiguen la tan ansiada permanencia.
Y es que tanto la retransmisión televisiva como los vídeos posteriores dejan claro que Chris Ramos es uno de los que más sienten la victoria. Porque muchos han acabado asumiendo esta camiseta como suya. Rubén Alcaraz y Gonzalo Escalante, de rodillas sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán y acudiendo posteriormente a dar las gracias a su afición, son un ejemplo de cadismo adoptivo. De sufrir con el equipo e interiorizar un sentimiento al que has llegado hace relativamente poco.
Sin embargo, lo de Chris Ramos es cadismo desde la cuna. Sus gestos son los de un aficionado que no sabe ni qué sentir, con la diferencia de que él es uno de los protagonistas y lo está viviendo sobre el césped. El delantero, en primera instancia, se llevaba las manos a la cara sin poder contener la emoción, derivada del sufrimiento que está siendo este año. El triunfo ante el Sevilla acerca al equipo un pasito más a la salvación, aunque aún restan dos jornadas. Sin embargo, también entrañan rabia y cierto alivio del que sabe que las cosas no le están saliendo bien.
Del mismo modo, mientras los jugadores celebraban la victoria sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán, la afición presente en el estadio sevillista se desgañitaba cantando y celebrando la victoria. Un gesto que la propia plantilla ha agradecido, acercándose a saludar a la esquina donde está ubicada la grada visitante. De este modo, la hinchada cadista entonaba el "sí se puede" mientras los futbolistas, desde el césped, agradecían el apoyo con aplausos, besos y agitando los puños hacia arriba.
Lo cierto es que se han vivido momentos de mucha tensión durante el partido, pero también de muchísima alegría al término del mismo. La plantilla, más unida que nunca, trabaja para lograr el sueño de la salvación una temporada más. Mientras tanto, la afición canta como una sola voz, convirtiendo cualquier estadio en una mini sucursal del estadio Nuevo Mirandilla. Y es que, pese a que el partido era entre semana, son muchos los cadistas que han recorrido la autovía de Cádiz para poder estar acompañando a los suyos en esta noche de miércoles. Ellos, que sienten tanto como Chris Ramos desde sus asientos, también fueron claves para el triunfo.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 15, 2024