Como si la temporada pasada no hubiera terminado: la pesadilla continúa

La noche del estreno liguero dejó la sensación de que el verano no ha pasado y que es la continuación del nefasto partido en Almería de la despedida de Primera. El Cádiz había dejado buenas sensaciones en sus últimos amistosos de la pretemporada, pero cuando ha llegado el fútbol de verdad se ha dado de bruces contra la realidad.

Y no es que los amarillos sean mucho peores que el Zaragoza. Que seguramente si se repite este partido el resultado sería otro, pero han aflorado defectos que son muy preocupantes en las dos áreas. Puede ser el peor partido en la carrera de José Antonio Caro, que sin duda es un buen portero y que en esta ocasión ha estado especialmente desacertado.

Nadie contaba con eso, pero no se le puede cargar todas las culpas al guardameta porque el Cádiz, sobre todo el del primer tiempo, fue un equipo plano y muy débil. Al que con muy poco se le hacía daño porque perdía todos los duelos, siempre llegaba tarde y con el balón era absolutamente inoperante.

Ha quedado claro que este equipo debe ser Ocampo y diez más o algo parecido. En un Cádiz tan horizontal, donde sólo Alejo encara, la presencia del uruaguayo debe ser incuestionable. Parece indolente, pero en este partido fue el único que pudo desbordar para desmontar a un rival al que le bastó con tener orden para aplastar a los amarillos.

El enfado de la grada

La lesión de Ontiveros es un drama para este equipo y necesita que se recupere cuanto antes. Porque la afición ha demostrado estar cansada de ver lo mismo de la temporada pasada. Y no porque la haya tomado con algunos jugadores a los que lleva viendo desde hace algunos años, sino porque cuando se juntan muchos de ellos parece que ya la fórmula ya gastada.

En los prolegómenos del partido se recibió a lo grande al equipo y un sector de la afición criticó la gestión del club. Se pidieron más fichajes y quedan dos semanas para que se cierre el mercado. Los que están deben ofrecer muchísimo más para dar la razón a los que siguieron confiando en ellos después de lo de Almería. Que parece que fue ayer y no debería ser así.