El Cádiz CF logró este viernes para arrancar la jornada 39 un triunfo in extremis ante el UD Almería que dejó sellada su permanencia de manera matemática. Dos goles en el descuento de Carlos Fernández y Víctor Chust permitieron lograr la remontada al conjunto amarillo en un duelo bastante tenso en todos los sentidos. En el césped, con dos expulsiones visitantes y un tangana final. Y en la grada, con cánticos contra la directiva en una noche con pocos aficionados.
Teniendo en cuenta el contexto social y deportivo, sorprendió que el club intentó hacer un mosaico en las gradas del Nuevo Mirandilla. Se repartieron cartulinas azules y amarillas por los asientos, pero el mosaico finalmente nunca existió. Las gradas estaban tan vacías cuando los jugadores saltaron al terreno de juego que ni siquiera los aficionados que estaban presentes hicieron un intento por levantar sus cartulinas.
‼️ Esta es la imagen que presentan las gradas del Nuevo Mirandilla. Más pitos que aplausos a la salida de los jugadores, y gritos de “¡Vizcaíno, dimisión!” tras el himno oficioso.
El club había repartido pancartas para realizar un mosaico (¿?), con el consiguiente fracaso. pic.twitter.com/qSATG0KkzN
— Merino (@JMCMerino6) May 9, 2025
El club quiso hacer un Mosaico que no se hizo al haber tantos asientos vacíos en las Gradas 😂. pic.twitter.com/zCwSgihcNq
— →AlbertoKadista← (@_CadismoPuro_) May 10, 2025
Varios aficionados entraron sobre la bocina e incluso algunos minutos después de que el partido hubiera empezado. De hecho, la cifra oficial de asistentes fue de 13.148 espectadores, lo que supone aproximadamente un 63% de la capacidad del estadio. Aún así, se vieron muchísimos asientos vacíos, sobre todo en los fondos, en una imagen que contrasta además con el hecho de que no se venden entradas en esas zonas porque están cubiertas al completo de abonados.
El Cádiz acabó remontando el partido con dos goles en el tiempo de descuento y desatando la alegría entre una afición que está sufriendo mucho este curso. Aún así, las imágenes también evidencian que, para entonces, había muchos huecos vacíos en las gradas del Nuevo Mirandilla.