Carlos Mateos Gil,Madrid, 24 ene (EFE).- Cada 24 de enero es una fecha marcada en el calendario de los aficionados del Leganés, pues tal día como ese el club vivió uno de los momentos más importantes de su historia con un inesperado triunfo en el Santiago Bernabéu (1-2) que les dio el pase a las únicas semifinales de la Copa del Rey en su historia.,Fue en el 2018 y por tanto se cumplen ahora dos años de una noche memorable para los blanquiazules y muy dolorosa en el caso del madridismo. Tanto qu
Carlos Mateos Gil
Madrid, 24 ene .- Cada 24 de enero es una fecha marcada en el calendario de los aficionados del Leganés, pues tal día como ese el club vivió uno de los momentos más importantes de su historia con un inesperado triunfo en el Santiago Bernabéu (1-2) que les dio el pase a las únicas semifinales de la Copa del Rey en su historia.
Fue en el 2018 y por tanto se cumplen ahora dos años de una noche memorable para los blanquiazules y muy dolorosa en el caso del madridismo. Tanto que cuando Zidane puso fin a su primera etapa como técnico del conjunto blanco, no pudo evitar recordarla en la rueda de prensa del adiós como su peor momento en el banquillo.
Y es que nada hacía pensar en una eliminación copera del Real Madrid, que había encarrilado el cruce después de imponerse en el enfrentamiento de ida disputado en Butarque por 0-1 gracias a un tanto de Marco Asensio.
Parecía pues el final del camino para los leganenses, quienes entrenados aún por Asier Garitano arrancaron la competición eliminando al Real Valladolid para posteriormente deshacerse del Villarreal.
Pese a ello se presentaron en el choque de vuelta con mucho que ganar y poco que perder. Desprovistos de complejos y con la ilusión por bandera, fueron capaces de firmar un partido excelente en el que casi todo salió de cara.
El primer aviso lo dio Beauvue, con un lanzamiento de falta que impactó en el palo. Fue sin embargo Javier Eraso quien adelantó a los visitantes e igualó la eliminatoria con un gran golpeo desde la frontal en el minuto 31.
Comenzó entonces la inquietud en la grada y entre los jugadores del Real Madrid, que sin embargo respiraron con cierto alivio cuando Karin Benzema puso el empate a uno en el arranque de la segunda mitad.
La alegría fue pasajera ya que en el minuto 55 un saque de esquina ejecutado desde la derecha del ataque por Eraso lo cabeceó con el alma llegando desde atrás el centrocampista brasileño Gabriel Pires.
Se le puso entonces la clasificación cuesta arriba al equipo de casa, que por el valor doble de los goles fuera de casa estaba obligado a marcar dos dianas si quería seguir vivo en la competición.
Pese a intentarlo de todas las formas posibles, surgió entonces la figura de un inspirado Nereo Champagne. El arquero argentino, que ya había dejado una gran actuación en la ronda previa, consiguió sacar adelante todo el trabajo que tuvo y se convirtió en uno de los héroes de aquella velada.
Finiquitada la gesta, el Leganés afrontó confiado la penúltima ronda pero el Sevilla acabó con el sueño al empatar a uno en la ida e imponerse por 2-0 en la vuelta. Se puso fin así a un momento mágico en la entidad de Butarque, que posteriormente lograría la salvación.
Ahora esperan que algo semejante pueda volver a repetirse en la presente edición de la Copa del Rey, donde ya han logrado clasificarse para los octavos de final tras dejar por el camino al Andorra, el Murcia y el Ebro.