Al final alrededor de un millar se seguidores del Sporting se dieron cita en Balaidos para presenciar el encuentro de su equipo ante el Celta. Diseminados por las gradas pudieron exhibir sus enseñas mostrando que el conflicto por el veto en la venta de entradas no trascendió de las directivas.
La 'Mareona' tímida en los aledaños del estadio pudo disfrutar sin problemas de su equipo en Vigo. Horas antes la comprensión de la afición celtiña, interesándose por los aficionados del Sporting unió a ambas aficiones en terrazas y cafeterías. Los hosteleros también reclamaban su cuota de protagonismo, quejándose vehemente del 'veto' del Celta. Uno de ellos afirmaba "Nos han hecho perder mucho dinero" mientras que un padre de familia, que escondía la camiseta del club rojiblanco debajo del abrigo, le daba la razón al encargado de la cafetería: "Es que los asturianos somos muy brutos", "Nos gusta comer y beber mucho, es la primera vez que nos pasa esto"
Ya dentro del campo los aficionados del Sporting, mezclados con los aficionados vigueses, pudieron por fin lucir sus bufandas y camisetas sin problemas en un clima de union que la sinrazón de las directivas no pudo quebrar.
Apenas 18.000 personas se dieron cita en el vetusto Balaídos. Los horarios televisivos siguen maltratando a un equipo que está abonado al partido en abierto de la TVE. Ni una palabra, ni una queja procedente de la directiva, a diferencia del Athletic el año pasado.
El fútbol está secuestrado por las televisiones, la afición parece lo menos importante, los ingresos por abonos y taquillas son actualmente una nimiedad comparados con los 35 millones de euros que el Celta espera recibir esta temporada por sus derechos televisivos. Pero los clubes deberían recordar que sin seguidores sus equipos son nada, sin niños en los estadios ¿Quién seguirá la estela del Celtismo dentro de unos años? es pronto para saberlo pero las consecuencias pueden llegar a ser trágicas.