Es Noticia
Real Club Celta de Vigo
2-0
Cádiz Club de Fútbol

El Celta solventa el trámite y espera rival en cuartos

Alberto Bravo

Todos los factores hacían presagiar que el partido de esta noche no iba a  pasar a los anales de la historia del Celta, el resultado de la ida, el día horrible en lo meteorológico, el horario, el rival. Demasiadas cosas para que el aficionado celtiña sintiese la necesidad de apoyar a su equipo en el estadio. Se estaba más calentito en casa pensaría.

 
Y lo cierto es que el choque entre vigueses y gaditanos no dio para mucho, al igual que en la ida los de amarillo salieron con más ganas al campo, la presencia de Jandro en el campo ofrecía al Cádiz un plus de calidad que les va a venir muy bien en la competición liguera, tendrá 36 años,  pero la clase no se pierde. El Celta salía dormido, los hombres de Eduardo Berizzo no se  encontraban cómodos en el campo, especialmente Borja Fernández, continuos errores y falta de precisión convirtieron los primeros minutos en una tortura para el Celta. 
El Cádiz se veía superior, y las ocasiones iban llegando cada pocos minutos, la más clara un pase atrás de Andrés que Román, hijo del mítico Romano Sion ex del Compostela, marraba por muy poco. 
En esos esos minutos la atención al choche disminuyo, un runrún invadía Balaídos, el Diario Sport daba por hecho la llegada de Nolito a Barcelona, un palo que el celtismo no está dispuesto a asimilar aún, la pesadilla de Augusto es demasiado reciente para pensar en llorar otra perdida.
Los jugadores seguían a lo suyo, un ritmo cansino, como el paseo de un caballo percherón. En esas la pelota llegó a Señe, el catalán hizo gala de su calidad y habilitó a Guidetti con un buen pase en profundidad. El sueco persiguió la pelota hasta que las manos de Pol Ballesté impactaron con sus piernas. Penalti claro, nada que protestar. El mismo Guidetti  sería el encargado de ejecutar la pena máxima, engaño al portero y logró el tanto que ponía al Celta por delante. Con este gol, el sueco se  convierte en el pichichi en solitario de la competición. Era el minuto 34 de la primera parte y con un 4-0 en el global las pocas ilusiones cadistas se acaban de hundir.
El Celta aún tuvo tiempo de lograr el segundo tanto, primero levy y después Drazic, que acabó derribado dentro del área tuvieron su oportunidad. El primer tiempo iba consumiéndose poco a poco y no daba tiempo para más. Sánchez Martínez señaló el camino de los vestuarios.
Tras la reanudación el ritmo del partido seguía con el mismo ritmo pausado, Berizzo decidió darle toda la segunda parte a Borja Iglesias que sustituyó a un más que discreto Borja Fernández. A los 6 minutos Diego Alende  se confía y  pierde la posición ante Román, el canterano del Celta lo acaba derribando y el colegiado señala falta y le muestra la amarilla a Alende, tuvo suerte el jugador, porque se podría haber ido a los vestuarios con una Roja.
La mejor preparación de Celta empezaba a marcar las diferencias, el equipo local mandaba con total autoridad en el juego, las ocasiones claras se iban sucediendo destacando un disparo al larguero. Guidetti estuvo a punto de aumentar su renta particular pero con todo a favor marró el disparo, Drazic tuvo otra y también la manó fuera.
En el minuto 66 Claudio Barragán decidió dar descanso a Jandro, el ex del Celta se fue entre aplausos de la que fue su afición hace 10 años, el carrusel no cambios no paraba le tocaba a Guidetti, contrariado por la sustitución abandonó el campo por Jonny, el excesivo protagonismo del sueco estaba molestando a los defensas del Cádiz por lo que Berizzo quiso evitar males mayores.
Sin nada que jugarse el partido fue cayendo todavía más en intensidad, la lluvia proseguía mermando a los jugadores, el campo era más blando a cada minuto, no había necesidad de jugarse una lesión. Drazic, mejor esta noche que en anteriores ocasiones tuvo de nuevo el 2-0 en sus botas, pero Pol estuvo seguro cubriendo su palo. 
Al final la insistencia del serbio dio  sus frutos, y en el minuto 77  Drazic lograba su tanto, bonita picada en la que Pol no pudo hacer nada. A partir de ahí el cuadro de Berizzo se dedicó a mantener la posesión de la pelota sin querer hacer daño al rival. La clasificación estaba lograda, los cuartos de final esperan a un celtismo que sueña con volver a repetir las mareas a Madrid y Sevilla. El Celta tiene en mente un rival y es de Miranda de Ebro. Soñar es gratis y el infierno de Anduba suena a gloria celestial.
 

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